jueves, 15 de mayo de 2008

sobre el momentito de ayer

Ayer, yo pensaba mucho una pregunta. Una que, mirando hacía la pequeña ventanita enfrente mío con un tricito de cielo, David Lozano hizo. De hecho es una que he escuchado desde hace ya varios años, una para la cual la respuesta aún está en construcción : para qué sirve el arte? Me pareció curioso entonces, que no me interesó lo que mis compañeros opinaran al respecto. Me quedé pensando todo el día, en ambas cosas, para qué sirve el arte y porqué me importaba tan poco saber lo que los demás piensan al respecto.

Luego de pensarlo mucho, sólo quería compartir contigo que ya no puedo contestar esa pregunta como en el fondo quisiera; que ya no puedo leer la palabra ARTE tan desprevenida e inocentemente como hace cinco años. Y que al momento de intentar responderla, sólo una cantidad exagerada de contradicciones, llegan a mi cabeza. Y que no me interesaba escuchar a mis compañeros por puro aburrimiento a sus posibles respuestas.
Quería que supieras que mi respuesta a esa pregunta, es sin duda que el arte (su esencia creadora de cabeza, corazón y manos) sirve para todo aquello que queramos hacerlo servir. Pero que es su nombre, su forma en vocablo ARTE (tan gastado y lleno de basura) el que no me permite creer en él. (porque ese ARTE sirve para que los artistas sigan creyéndose dioses, sirve para que lo guarden en los anaqueles del olvido y en los museos, galerías y colecciones privadas, sirve para que cada vez menos personas entiendan qué es el arte, sirve para los "que pueden verlo" se hagan cada vez más cultos, sirve para que más y más personitas sigan pensando que el arte es accesorio decorativo, sirve para que con su mera palabra lo sigamos colocando en un pedestal transparente, sirve para intimidar a los "iletrados", sirve para seguir inclinando la balanza hacía un solo lado, sirve para mantener un mercado en el que más y más nos sigamos vendiendo a unos cuantos, sirve para ayudar a obras de "caridad", sirve para que cualquier cosa se llame arte...y ese ARTE, simplemente no sirve para nada)

Ha sido un gran alivio que podamos hablar de hacer, simplemente hacer... sin mayores clasificaciones, sustantivos o adjetivos. Y en ese caso, igual, cualquier cosa puede llegar a ser real desde nuestro partícular modo de actuar y desde nuestras inmensas ganas de cambiar lo que nos han dejado.

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