domingo, 11 de mayo de 2008

re-husar / re-usar (un juego palábrico sobre reciclaje)

Podríamos re-husarnos y dejar todo como está. Así nomás. Podríamos dejar de fantasear con nuestras imágenes y dejar que los demás las hagan por nosotros. Podríamos simplemente, dejar ya quieta y muda esa historia que nos cuentan los libros. NO preguntar, NO dudar... jamás cuestionar nada. Podríamos seguir viendo como el mundo se llena de basura material y de basura mental. Podríamos continuar utilizando ésta palabra: rehusar. Rehusándonos, como muchos, a no hacer nada más, a sentarnos en la comodidad que otorga el egoísmo y ver cómo el mundo sigue muriendo, sin intentar hacer nada más...

Podríamos, pero no lo hacemos. Porque hemos aprendido en cambio, que mejor podríamos intentar re-usar en vez de re-husar (curioso juego de palabras, tan distantes y tan confundibles). Podríamos reusar ideas para cambiar posibles, reusar historias para mostrar nuestras verdades, reusar imágenes para sabernos iguales, reusar materiales para salvar minutos, reusar, reusar, reusar...
(ahora sí) rehusándonos a creer que no hay salvación para lo que nos dicen que "ya es basura".

OTRA TIERRA NACERÁ

El tigre azul romperá el mundo.

Otra tierra, la sin mal, la sin muerte, será nacida de la aniquilación de esta tierra. Así lo pide ella. Pide morir, pide nacer, esta tierra vieja y ofendida. Ella está cansadísima y ya ciega de tanto llorar ojos adentro. Moribunda atraviesa los días, basura del tiempo, y por las noches inspira piedad a las estrellas. Pronto el Padre Primero escuchará las súplicas del mundo, tierra queriendo ser otra, y entonces soltará al tigre azul que duerme bajo su hamaca. Esperando ese momento, los indios guaraníes peregrinan por la tierra condenada.
-
Tienes algo que decirnos, colibrí?

Bailan sin parar, cada vez más leves, más volando, y entonan los cantos sagrados que celebran el próximo nacimiento de la otra tierra.
- Lanza rayos, lanza rayos colibrí!

Buscando el paraíso han llegado hasta las costas del mar y hasta el centro de América. Han rondado selvas y sierras y ríos persiguiendo la tierra nueva, la que será fundada sin vejez ni enfermedad ni nada que interrumpa la incesante fiesta de vivir. Los cantos anuncian que el maíz crecerá por su cuenta y las flechas se dispararán solas en la espesura; y no serán necesarios el castigo ni el perdón, porque no habrá prohibición ni culpa.

ÚSELO Y TÍRELO – El mundo del fin del milenio, visto desde una ecología latinoamericana
(Eduardo Galeano) Editorial Planeta, Buenos Aires, Argentina, 1994. (Pág. 182 - 183)


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